Volumen 2

Sam Maquieira presenta una colección directa y despreocupada de canciones perfectas para recostarse y dejar el tiempo pasar. Es un álbum con un sonido crudo, por la calidad de la grabación y por las particulares letras que contiene, pero esto es solo un condimento que enaltece la poética oral y acústica. Se trata de una muestra de sentimientos puramente personales e íntimos reflejados en sus composiciones y que no hacen más que recrudecer al oyente. Un sonido oscuro, íntimo, revelador y por demás místico”. El principio de la década de los 70s marca el inicio del fin de la era psicodélica y el surgimiento de varios compositores y cantautores que, perturbados por los excesos psicodélicos, se dedicaron a la música folk como los restos quemados de la era hippie, y es como si Sam fuese uno de ellos, con solo una guitarra, él se las arregla para presentar una serie de pasajes muy emotivos y profundos, canciones melancólicas al estilo Johnny Thunders, sencillas como Neil Young, pero con buen