El camino pequeño: Reflexiones sobre el gozo de ser pequeño en el amor infinito de Dios
Queremos amar a Dios con todo nuestro corazón, pero a menudo nos encontramos esforzándonos por agradarle, muy conscientes de nuestras debilidades. A medida que se acumulan nuestros fracasos, nos frustramos y desanimamos. ¿Hemos perdido la esencia del evangelio? ¿Existe una manera simple, pero verdadera, de servir a Dios, que pueda llenarnos de gozo y paz en lugar de miedo y desánimo? Santa Teresa de Lisieux enfrentó luchas similares. Como mujer joven que deseaba entregarse a Dios, se sintió intimidada ante la "la empinada escalera de la perfección". Thérése escudriñó las Escrituras hasta que descubrió un camino hacia la libertad. La llamó "pequeño camino". Este es "el camino de la infancia espiritual, el camino de la confianza y la entrega absoluta". Es un reconocimiento de que mientras somos pequeños e imperfectos, tenemos un Dios poderoso que nos alcanza con infinito amor, gracia y fuerza para cuidar de todas nuestras necesidades. Mientras Thérése seguía este nuevo camino, se conside