Alas de mariposa rotas
Gabriela está súper emocionada cuando finalmente llega su regalo de Titi Sylvia. ¡Le encantan las alas de mariposa tan coloridas y brillantes! Se para en medio de su habitación y bate y bate sus nuevas alas, pero no pasa nada. Salta de la cama, moviendo las alas vigorosamente de arriba a abajo, pero de nuevo, nada. Salta por el pasillo y las escaleras, ¡pero sigue sin poder volar! Decepcionada, Gabriela va al garaje, rebusca en la caja de herramientas de su padre y se pone a intentar arreglar las alas rotas de la mariposa. Quizás pueda ponerle una batería o un motor. Sin embargo, su padre tiene una idea mejor y la anima a cerrar los ojos y pensar adónde le gustaría volar. Pronto se imagina El Yunque, una selva tropical en la isla de Puerto Rico llena de altos árboles verdes, cascadas zumbantes y pájaros parlanchines. Incluso puede oír al coqíu, una pequeña rana arbórea que vive solo en la isla, cantando su canción especial: coqíu-coqíu. Demostrando la alegría de usar la imaginación, es