
Nunca quise ser adicto
Las adicciones son cárceles internas que le impiden a las personas ser quienes fueron diseñadas para ser, que las inhabilitan para amarse y amar a otros, que los ponen en jaque cada vez que están a punto de lograr algo y que al final les absorben la vida de a pocos alejándolos de la realidad y la capacidad de disfrutar la vida. ¿De dónde vienen y cómo podemos evitarlas? ¿Qué podemos hacer si ya caímos en ellas o si han estado rondando a alguno de nuestros seres queridos?El pastor Diego Salazar tuvo una larga relación con las adicciones desde que era un niño, sabe cómo hablan, cómo se mueven, dónde están y cómo entran a la vida de las personas sin importar su edad, condición socioeconómica o profesión. Estuvo involucrado con pandillas, durmió en las calles y soportó el sufrimiento que tiene como consecuencia ser adicto al alcohol, el cigarrillo, las sustancias psicoactivas y el juego. Él experimentó la manera en la cual el vicio consume no solo la vida, sino también la familia de quiene